Nutrición óptima: presenta los nutrientes necesarios para el desarrollo de un niño en composición, calidad, cantidad, proporción y además es entregada a la temperatura adecuada que cada niño requiere.
Máxima biodisponibilidad: la leche materna es de muy fácil digestión lo que proporciona al niño el aprovechamiento completo de los nutrientes que el requiere, adaptándose a las necesidades cambiantes de cada ser.
Aporte inmunológico: Menor riesgo de enfermedades Infecciosas, disminuyendo la incidencia y severidad de enfermedades tales como diarreas, otitis, meningitis, enfermedades respiratorias como la bronquitis, infecciones urinarias etc.
Menor riesgo de presentar enfermedades alérgicas.
Estimula el adecuado desarrollo máxilo – facial, previene las caries.
Óptimo desarrollo neurológico: se observa un aumento considerable del coeficiente intelectual, formando niños más inteligentes, con una mejor capacidad de aprendizaje, con un mejor desarrollo de los sentidos, con una excelente agudeza visual y más activos.
Disminución del riesgo de muerte súbita, apneas y bradicardias.
A largo plazo: Prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes juvenil, sobrepeso y obesidad.
La lactancia es la instancia de mayor relación con tú hijo. El contacto visual, el escucharse mutuamente y la estrecha relación física que se establece favorecen el apego y establecimiento de vínculos primarios, creando niños y adultos más seguros y felices.